El calcio juega un papel importante en la construcción muscular, coagulación de la sangre y en la salud general de los huesos, por ello, debemos elegir adecuadamente los productos lácteos que consumimos dependiendo de nuestras necesidades.
La diferencia entre ambas leches son principalmente que:
- La leche desnatada no contiene apenas grasa y por lo tanto las calorías que aporta son inferiores. Respecto a la cantidad de azúcares (lactosa), proteínas, calcio, fósforo, magnesio y vitaminas del grupo B son muy similares.
- Y la otra diferencia respecto a la leche desnatada, es que al eliminar la grasa que es retirada al desnatar o semidesnatar desechamos las vitaminas liposolubles A, D y E. No obstante, prácticamente todas las leches desnatadas que consumimos hoy en día vienen enriquecidas con dichas vitaminas.
Os recomiendo aturner@s tomar leche entera o semidesnatada, salvo personas que quieran controlar el número de calorías y la cantidad de grasa en su dieta, personas con obesidad, diabéticas, con trastornos hepáticos o cardiovasculares o que les produzca problemas estomacales.
Y como últimos consejos os quiero recordar dos cosas muy importantes:
- Si no os agrada el sabor de la leche desnatada nunca la elimines de la dieta, consúmela entera en menor cantidad!
- Nunca debemos dar a los niños leche desnatada antes de los cuatro años, solo se indicará en el caso que exista riesgo cardiovascular o de obesidad y siempre bajo supervisión de un profesional de la salud.
Un saludo aturner@s lecheros!