- Cambio de turnos entre compañeros. Necesitas acordarte de quién te debe o a quién le debes un cambio de turno. Puede ser que tengas que contabilizarlo con los tuyos o con los de tu compañero, esto depende de la política de la empresa.
- El supervisor cambia o añade turnos por necesidades del servicio. Es necesario comprobar cuando te añadieron turnos y recordar a que tipo pertenecen.
- Sustitución de un trabajador por otro. Bajas laborales de corta o larga duración.
- Necesidad de realizar horas extras, previstas o no previstas.
- Igualdad para los trabajadores de librar el mismo número de fines de semanas y festivos, dentro de un periodo de tiempo determinado.
- Igualdad para los trabajadores en realizar el mismo número de guardias en su lugar de trabajo.
- Cambios de patrones de turnos en el equipo dentro del periodo de tiempo, en el que se realiza el contaje de horas.
- Cambio de turno por rotaciones de ciclos festivos de los trabajadores, como ocurre en Semana Santa y Navidad.
- Contratación de un trabajador con jornadas partidas y a turnos.
- Contratación de un nuevo trabajador, posterior al inicio del recuentro anual.
Junto a los factores anteriores y algunos más, existen procesos muy simples, que aún se utiliza por el administrador de la contabilidad de horas estos trabajadores, y son propensos a dedicarle más tiempo para conseguir un recuentro correcto para todos, tanto para la empresa como para el profesional. ¿Conoces algún factor que pueda complicar el contaje de tus horas de trabajo?