La tecnología no puede frenar ese miedo pero puede dar información al trabajador que le puede ayudar en el proceso. Por ejemplo, adelantando cuanto antes sea posible la información sobre cual va a ser el puesto de trabajo y si es necesario refrescar algún concepto. Incluso desde su intranet o servicio de RRHH obtener esa información y poder informar al resto del equipo del cambio o asignarle un mentor para ese mismo día o incluso para la horas de intercambio o ayuda, de camino al trabajo ya sé cual es mi puesto y me preparo mentalmente para la jornada y no me encuentro con la situación de manera directa. Además se pueden definir probabilidades o preparar formaciones especificas basándose en ratio de demandas posibles de los otros puestos de trabajo. En muchas empresas no podemos seguir escuchando yo no bajo a ese servicios porque no estoy preparado o soy más un estorbo que una ayuda. La nueva customización de los servicios en muchas industrias demanda profesionales globales que se adapten a las necesidades de las empresas incluso durante una misma jornada de trabajo.