
La Hiperconexión Digital: un nuevo desafío para los RR.HH.
La era digital ha transformado la manera en que trabajamos, pero esta conectividad constante puede tener efectos negativos en la salud de los empleados. La expectativa de estar siempre disponible a través de dispositivos electrónicos está llevando a un aumento en el estrés laboral y la fatiga digital. Los departamentos de RR.HH. deben reconocer esta nueva realidad y actuar para solucionar estos problemas.
De forma general, las empresas no están implementando acciones concretas para fomentar la desconexión digital, pero resulta un aspecto en el que las organizaciones deben avanzar, adoptando las medidas organizativas y operativas necesarias para garantizar su aplicación efectiva. Además, se identifica una carencia de iniciativas formativas e informativas enfocadas en temas como los riesgos de la conectividad constante, la gestión del tiempo y la adaptación a los cambios tecnológicos.
Impactos en la salud laboral
La aparición de nuevos modelos de trabajo cada vez más flexibles, como el teletrabajo, han supuesto beneficios en la ejecución de las tareas y en la conciliación entre la vida personal y profesional, entre otros. A su vez, son numerosas las desventajas que emergen, principalmente de índole psicosocial. Según varios estudios, uno de los principales factores de riesgo es el aislamiento, provocado por la distancia entre el empleado y su red social de trabajo dentro de la organización, lo que puede llevar a la desmotivación y al estancamiento profesional.
Según datos de Randstad, concretamente un 32% de las empresas perciben un incremento en los niveles de estrés debido a la hiperconectividad, intensificada por el trabajo a distancia. Además, indica que las personas de mayor edad son quienes enfrentan mayores dificultades para adaptarse a los nuevos entornos laborales.
Algunos de los impactos negativos que causa la hiperconexión digital son:
- Estrés y ansiedad: La necesidad de responder correos electrónicos y mensajes fuera del horario laboral genera ansiedad y agotamiento.
- Fatiga digital: El uso prolongado de pantallas y la falta de descanso provoca problemas de salud física, como dolor de cabeza, fatiga ocular, etc. Según el estudio realizado por Randstad, entre el 25% y el 50% de la población afirma que la sobrecarga de trabajo asociada al uso de las TIC fuera de su jornada laboral está agravando sus problemas musculares y de fatiga visual.
- Burnout: El agotamiento emocional y físico debido a la sobrecarga de trabajo digital es cada vez más frecuente.
La gestión del tiempo: clave para enfrentar la hiperconectividad
La gestión del tiempo no solo es clave para la productividad, sino también para la salud de los empleados. En este sentido, uno de los principales inconvenientes de la hiperconectividad está vinculado a la falta de competencias para gestionar el tiempo de forma autónoma, sumado al incremento del control sobre el rendimiento por parte de las empresas. Esta combinación puede llevar a una situación de hiperconectividad y disponibilidad permanente, donde se realizan tareas en cualquier momento y lugar, extendiendo las jornadas laborales más allá de lo planificado y dificultando tanto la desconexión mental como la recuperación física y emocional de los empleados.
Estrategias para implementar en la gestión del tiempo
Desde el departamento de los RR.HH., se pueden implementar estrategias para una gestión del tiempo más eficiente en el entorno digital:
Fomentar el uso eficiente de las herramientas digitales
En este ámbito, se vuelve necesario capacitar a los empleados en cómo utilizar herramientas digitales de manera eficiente para evitar la sobrecarga de tareas y el multitasking que agota la concentración. En este caso, aTurnos no solo facilita la gestión de personal y turnos de trabajo, sino que también contribuye a fomentar el uso eficiente de herramientas digitales mediante la automatización, la centralización y simplificación de procesos, la optimización del flujo de trabajo para comprobar la disponibilidad y preferencias de los empleados y la mejora de la comunicación. Esto permite a los empleados gestionar mejor su tiempo, reducir el estrés y lograr un equilibrio más saludable entre el trabajo y la vida personal.
Establecer límites claros para la disponibilidad
Es crucial establecer políticas que permitan desconectar fuera del horario laboral. Por ejemplo, horarios flexibles y políticas de desconexión que promuevan el descanso según las condiciones de cada organización. En este caso, la planificación del personal y sus turnos de trabajo debe ser clara y equilibrada, por lo que gracias a aTurnos los trabajadores podrán ver sus cuadrantes de trabajo de manera fácil y la comunicación entre el mando y los empleados es eficiente a la hora de solicitar permisos o absentismos.
Fomentar pausas regulares y descansos
Implementar una rutina de descansos, como la regla del 20-20-20 (cada 20 minutos, mirar algo a 20 pies de distancia durante 20 segundos), para reducir la fatiga ocular y el estrés físico. Los descansos desde aTurnos pueden registrarse de varias maneras: pueden no contabilizarse, contabilizarse y se ficharse, contabilizarse y no ficharse o realizar jornadas laborales partidas con un horario fijo. Puedes ver más información en nuestro post sobre “Cómo se fichan los descansos en aTurnos”.
Capacitación en gestión del tiempo
Ofrecer formaciones que ayuden a los empleados a priorizar tareas y a evitar distracciones digitales, de manera que logren ser más productivos sin impactar negativamente su bienestar.
El futuro de la gestión del tiempo en RR.HH.
A medida que la tecnología sigue evolucionando, los departamentos de Recursos Humanos deben adaptarse a las nuevas formas de trabajo. Fomentar la gestión digital del tiempo y el equilibrio entre trabajo y vida personal será cada vez más importante ya que en un entorno laboral cada vez más interconectado y flexible, el riesgo de la sobrecarga digital y la disponibilidad constante puede afectar negativamente la productividad y el bienestar de los empleados. Las políticas que prioricen la salud laboral permitirán que las empresas no solo sean más productivas, sino también más sostenibles a largo plazo.
Los nuevos contextos laborales que están surgiendo deberían orientarse hacia un modelo híbrido que combine de manera equilibrada el trabajo remoto con la presencia en la oficina. Para avanzar en esta dirección, será necesario redefinir el papel del liderazgo, promoviendo valores como la autonomía, la empatía, la capacidad de adaptación y la transparencia. Asimismo, se deberán fomentar nuevas culturas organizativas que refuercen el sentido de pertenencia al equipo y que impulsen políticas de conciliación basadas en la corresponsabilidad y en una distribución equitativa de los roles en la vida personal y profesional.